Catamarca
Sabado 20 de Abril de 2024
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"Me siento acompañada, pero no aliviada", confesó una joven víctima de violencia de género

Natalia Concina

La joven de 23 años que padeció todo tipo de violencia de parte de su ex novio y que el lunes subió un video a Internet pidiendo ayuda afirmó que desde entonces se siente "acompañada pero no aliviada porque él sigue agrediendo" y aconsejó a las mujeres a denunciar "porque hay mucha gente dispuesta a ayudar".
"Desde que subí el video me siento más acompañada porque me llamaron muchas personas, tanto amigos como profesionales que me quieren ayudar. El problema es que yo pensé que al salir en los medios él se iba a alejar pero pasó todo lo contrario", denunció Zulma Abdala, en diálogo con Télam.

La joven relató que el martes su ex novio y agresor, Richard Pintos, pasó por el jardín donde asiste Dylan, el hijo de Zulma, "le tiró el coche encima" a su papá que iba en bicicleta, amenazó de muerte a un amigo de la mujer y volvió a pasar por su casa, ubicada en el barrio Santa Marta de Merlo.

"Ayer hicimos nuevamente todas las denuncias y pedimos una restricción perimetral para el hijo de Zulma, tanto para la casa como para la zona del jardín, de manera tal de proteger no sólo al nene, sino a todos los chicos", explicó Raquel Hermida Leyenda, abogada de la joven.

Hermida informó que pedirán su detención "porque creemos que hay pruebas suficientes. De hecho no entendemos como aún no lo hicieron" y precisó que como consecuencia de las más de 40 denuncias que Zulma lleva realizadas en las comisarías 1º de Ituzaingó y en 4º de Merlo, la justicia ordenó el 24 de agosto una restricción para que Pintos no pueda estar a menos de 500 metros de ella.

"Cuando conseguimos esta medida nos pusimos contentos, pero ahora sabemos que él la viola todo el tiempo, todos los días aparece por casa, por mi trabajo, por el jardín donde va mi nene. Tanto yo como mi familia vivimos presos", describió.

Richard conquistó a Zulma después de insistir varios meses. "Al principio era un dulce. Hacía de todo por mí, me llevaba y me traía de todos lados, si íbamos a bailar con mis amigas él nos llevaba a todas, me pasaba a buscar a cualquier hora, yo pensaba que lo hacía de bueno", contó la joven.

"Mucha gente compara esto con el síndrome de Estocolmo, y esto no es así. Estas historias surgen del amor que derivan en un mal amor, a una obsesión", afirmó la abogada quien junto a un equipo interdisciplinario trabaja en forma gratuita con mujeres víctimas de violencia de género al que se puede consultar enviando un mail a ayudameadefenserme gmail.com.

La abogada explicó que "nadie se presenta como violento, pero hay algunas señales de alerta que es bueno conocer".

Entre estos "signos" la abogada mencionó como ejemplos: "que te vaya a buscar de improvisto al trabajo no es que te extraña, sino que te controla"; "lo que hacía este hombre: te lleva y te trae a todos lados" o "también cuando te hacen cambiar la ropa".

Una vez que comenzaron a convivir, Pintos empezó con las agresiones: le pegaba, la insultaba, la maltrataba psicológicamente y la encerraba junto a su hijo en la casa.

"Durante ese tiempo miraba o escuchaba historias de violencia de género y me sentía identificada pero no me animaba a decir nada por vergüenza, por culpa y por miedo; entonces mentía, decía que me había golpeado con algo o que me había caído", relató la víctima.

Las agresiones se volvieron cada vez más seguidas y más intensas y la mujer decidió regresar a la casa de sus padres.

"El me venía a buscar, me pedía perdón, me juraba que no iba a volver a pasar. Cuando nos encontrábamos llamaba a mi casa para contarle a mis papás que se enojaban conmigo, entonces un par de veces yo volví con él, pero me agredía de nuevo", recordó.

Después de la separación definitiva, Zulma se enteró de que su ex pareja estaba esperando un hijo con otra mujer, quien también realizó denuncias por agresiones de Pintos.

Desde entonces no pasa un día sin que el hombre realice una acción contra Zulma, un miembro de su familia o cualquier persona de su entorno, en especial si se trata de un compañero de trabajo o amigo.

"Antes de salir de casa estamos todos atentos a si está por la zona, un patrullero nos lleva hasta la parada de colectivo y espera que venga, no podemos caminar por el barrio, ni hacer mandados, ni siquiera estar en el patio porque tira piedras, y esto pasa todos los días", describió Graciela, la hermana mayor de Zulma.

Agotada por el hostigamiento, Zulma reflexionó: "A veces cuando voy a hacer la denuncia en la comisaría me dicen ´¿por qué no te mudás?´ y yo pienso ¿por qué me tengo que ir del barrio donde nací? Se tiene que resolver de otra forma".

Pese a que todavía no logra resolver su situación individual, Zulma verbalizó que "parte de la intención de subir el video también es incentivar a las mujeres a que pidan ayuda, que no tengan miedo, hay muchos espacios para acudir y alguien las van a ayudar".

La causa la lleva adelante la Unidad Fiscal Nº 8 de Morón, a cargo de la doctora Adriana Suárez Corropio.

Fuente: Télam

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