La Ordenanza Nº 4311/07 surgió a raíz de “los numerosos inconvenientes sanitarios que provoca el hecho de consumir carne que ha sido dejada estacionada sin consumirla inmediatamente”, ya que se ha comprobado que este tipo de corte “debe ser ingerido de inmediato, pues el mismo, aún cuando se conserve en heladeras, puede incubar bacterias que producen enfermedades como el Botulismo (parálisis en los músculos) ó el Síndrome Urémico Hemolítico (afección provocada por la bacteria ´Escherichia coli´)”.
En relación a las normas de higiene que deben adoptar los comercios, el instrumento advierte, por un lado, que “en las carnicerías la carne que se pica o muele para la venta es adquirida por los consumidores sin que se especifique el tiempo que lleva allí en esas condiciones” y, por el otro, que “generalmente, las maquinas de picado no son higienizadas luego de ser utilizadas, lo que produce que en las mismas se generen bacterias o gérmenes que afectan al producto”.
Para finalizar, el CD capitalino recuerda que las enfermedades provocadas por alimentos afectan a millones de personas, cada año, en todo el mundo; y que los niños, los ancianos, las embarazadas (riesgos para el feto) y las personas con enfermedades crónicas, cuyos sistemas inmunológicos están debilitados, son especialmente vulnerables a las infecciones antes mencionadas.