La historia de Cecilia Orozco y Betina Trípodi, quienes se criaron en un mismo barrio de Venado Tuerto, ciudad distante de Rosario 170 kilómetros al oeste, sin saber que eran hermanas, torció su rumbo cuando la curiosidad juvenil pudo más que el secreto celosamente guardado por los padres adoptivos.
Los "padres del corazón", como ellas mismas los definen, no les ocultaron nunca su origen adoptivo y un buen día de 1996 Cecilia y Betina se descubrieron hermanas. (Télam)