"Empezamos ayer poniendo sobre la mesa la imagen de todos los santos y las vírgenes que tenemos en casa, junto a diferentes ofrendas y panes que preparamos, y comidas que vamos elaborando"
Si bien entre los jujeños es habitual aprovechar la mañana para visitar el lugar donde yacen sus seres queridos, muchas familias, acorde con el relato oral, recién en horas de la tarde acudirán a los cementerios.
Romina, una joven que recordaba a su padre fallecido, contó a Télam sobre la tradición que tiene lugar hoy: "Empezamos ayer poniendo sobre la mesa la imagen de todos los santos y las vírgenes que tenemos en casa, junto a diferentes ofrendas y panes que preparamos, y comidas que vamos elaborando", relató.
Los panes, preparados especialmente para la ocasión, "tienen diferentes motivos", por ejemplo con forma de ángeles, muñecos, palomas en representación del espíritu santo o escaleras, detalló, pues "dicen que por ahí es por donde bajan y vuelven a subir las almitas al cielo".
"Durante la mañana de hoy -continuó-, con la idea de que desayunen se sirve el té con galletas y comidas que les eran habituales y después se empieza a poner diferentes platos, entre salados y dulces, que son los que más les gustaban" hasta las 12, "que es hasta cuando se dice que permanecen sentados a la mesa", mientras "además se levantan oraciones en su nombre".
Romina señaló que aunque cada familia mantiene su forma particular de homenajear a sus difuntos, de acuerdo con sus tradiciones particulares y sus posibilidades, "después del medio día es cuando la gente va al cementerio a visitarlos".
Allí, describió, "se les da bebidas como ser chicha, gaseosa o vino, también se les suele prender un cigarrillo, dejarle coca y alguna comida en especial, todo compartiendo".
Luego de la visita la familia regresa a los hogares, donde brinda "una última oración, se levanta la mesa y todo lo que estaba servido se reparte entre los presentes. Salvo el pan, también se comparte con la Pachamama como una forma de ofrenda" ya que "en ella descansan nuestros difuntos".
Romina señaló que si bien en su familia esta tradición se celebra "desde siempre", es una práctica estrechamente vinculada con la cultura andina, ya que gente que viene de otras provincias no realiza este tipo de ritual, y que cada hogar, sobre todo en las regiones de la Quebrada y la Puna, tiene su forma particular de recordar a sus muertos.
Hay familias que comparten la mesa puesta para el o los difuntos en horas del medio día, se juntan alrededor y levantan las ofrendas elaboradas.
Al calor de los recuerdos, en los hogares, sobre todo del norte jujeño, nunca falta la música que era de agrado del difunto y el sonar de guitarras, quenas y sikus, para que se ponga contento y pueda, junto a todas las comidas puestas a la mesa, satisfacerse de las cosas que disfrutó en la vida terrenal.
Los cementerios de Jujuy permanecerán abiertos hoy hasta las 19 y por la masiva concurrencia de personas cada municipio puso a disposición efectivos policiales para colaborar con la movilización y actuar ante posibles emergencias.
Fuente: Télam