La jornada se inició con un éxodo de autos y de transportes públicos que tomaron rumbo hacia el norte argentino por la ruta nacional 9 desde las primeras horas de la mañana, para así llegar a los distintos poblados quebradeños ubicados a la vera de la misma.
En Tilcara, cerca de 20 comparsas oficiaron cada una su desentierro, entre ellas "Pocos pero Locos", la cual, con un poco más de 50 años de historia, se convirtió actualmente en una de las más convocantes y posee como padrinos al reconocido grupo folclórico los Tekis, quienes ofrecieron en la tarde un show gratuito para todos los presentes.
"Hoy estamos celebrando lo que es una leyenda popular y muy importante de nuestro pueblo, que tratamos llegue a la gente para que venga y lo disfrute", señaló a Télam Hugo Alberto Vilca, referente de la comparsa "Pocos pero Locos", antes al iniciar la celebración que luego reunió a miles de personas.
El ritual, que comenzó cerca de las 14 bajo un clima fresco y un sol abrasador, como es típico en la Quebrada, dio inicio con la llegada de numerosas familias y grupos de amigos que junto a los pobladores empezaron a chayar el mojón de la comparsa, ubicado a la vera del rio Huasamayo, al suroeste de la ciudad.
"La gente chaya el mojón para agradecer el año que pasó y pedir por el año venidero" explicó Vilca, quien subrayó que año a año "muchas personas vuelven porque ven sus deseos hechos realidad".
Bebidas alcohólicas, gaseosas, coca, cigarrillos encendidos, entre otras, eran algunas de las cosas que la mayoría de las personas, a medida que fueron llegando, arrojaron al mojón, mientras lo adornaban y se adornaban con serpentina, talco y nieve.
Continuando la tarde, bandas de música locales le pusieron sonido al festejo, donde en medio del imponente escenario natural hicieron vibrar sus instrumentos autóctonos con ritmos carnavaleros, mientras no cesaba de llegar gente al lugar.
El momento de mayor algarabía, donde lluvia de nieve y talco copaba el paisaje, se vivió con el espectáculo brindado por el grupo folclórico los Tekis, quienes brindaron un repertorio lleno de carnavalitos, huaynos y sayas.
El punto central y cúlmine del ritual llegó cerca de las 19 con el desentierro del diablito que esperaba guardado debajo del mojón, el cual tuvo lugar de la mano de una banda de música y de integrantes de la comparsa vestidos con los típicos atuendos de diablos que bajaron de la ladera a desentarrar al pujllay.
La aparición de los diablos desató al máximo la algarabía de todos los presentes, que ya totalmente pintados con tempera, envueltos de talco, nieve y papel picado, bailaban como poseídos por la música.
Vilca detalló que "el desentierro del diablito viene acompañado del ritual a la pachamana, ya que es ella la que da frutos y salud".
Por otro lado, explicó que "el desentierro de ese diablo que estaba como dormido en el mojón, significa la liberación de las tristezas, de todas esas cosas que aquejan, para dar la bienvenida a la alegría".
"Hay gente que viene de trabajar todo el año, agotada, y hoy se olvida de todo, da rienda suelta a la alegría tal y como el diablo lo busca, que todos se liberen como él", puntualizó.
El desentierro del diablo es el inicio de diversas actividades quetendrán lugar durante la semana, cuando las comparsas recorrerán los barrios del pueblo, acudirán a invitaciones de distintas familias donde compartirán tragos típicos, como la saratoga, y después de las 22 cada cual oficiará bailes carnavaleros.
Fuente: Télam
