Juntos queremos dar gracias a Dios por todas las gracias que hemos recibido durante este año; rogar por nuestras necesidades; y poner en sus manos todo lo que hemos realizado en bien de la evangelización desde cada uno de nuestros ámbitos, como también aquello que no hemos podido concretar.
En este Año Jubilar, con motivo de los 100 años de la Diócesis de Catamarca, debemos renovarnos como miembros de esta Iglesia particular, consolidando nuestra fe en Jesús y Nuestra Madre Morena del Valle.