La misa fue presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanč, y fue concelebrada por el Obispo Emérito, Mons. Elmer Miani, y numerosos sacerdotes de la diócesis, quienes llegaron a La Perla del Oeste para compartir este importante acontecimiento eclesial.
En el inicio de su predicación, Mons. Urbanč saludó a los fieles de esa comunidad parroquial reunidos en torno a la Eucaristía; y expresó su alegría “de verlo a Mons. Miani con nosotros, y qué lindo que está bien, que está contento, que él nos pueda acompañar por mucho tiempo, que pueda disfrutar más tranquilamente como sacerdote, como obispo. Qué lindo que pueda compartir con ustedes ese hermoso regalo que Dios le brinda de poder estar más reposado y disponer más del tiempo, para meditar, para estar con el Señor, para disfrutar también la obra del Señor”.
Agradecimiento al párroco saliente
El Obispo agradeció al párroco saliente el trabajo que prestó durante seis años; haciendo extensivo esta gratitud a “la comunidad toda de la parroquia San Francisco de Asís en este departamento de Andalgalá”, y de un modo especial elogió a los catequistas que “son el mejor voluntariado que tenemos en la Iglesia católica, ayudando al sacerdote en este implantar el Reino de Dios, a través de la catequesis en nuestros niños y adolescentes. Agradezco también a todas las distintas instituciones que tiene la comunidad parroquial, que han podido trabajar a la par del padre Dardo”.
Al referirse al párroco saliente, dijo: “Cómo no le vamos a agradecer infinitamente al Padre Dardo, como lo hace todo sacerdote, el celebrar todos los días la misa, el hacer presente el misterio de nuestra salvación en la celebración eucarística para que la comunidad tenga verdaderamente la vida, y vida plena en el Señor, y desde la Eucaristía todos los sacramentos que ha ido administrando a ustedes, acompañándolos desde el nacimiento a esta vida y a la otra”.
Hermoso testimonio de fraternidad
En otro tramo de su predicación destacó “el hermoso testimonio de fraternidad sacerdotal, que constituye el hecho de que los sacerdotes estemos acá reunidos viniendo de distintos puntos de nuestra diócesis para compartir, para acompañar. Por un lado, la despedida del Padre Dardo de esta comunidad y también para la recibimiento y el acompañamiento, el espaldarazo, el abrazo fuerte para el Padre Renato, que tendrá que asumir de hoy en adelante esta misión por seis años”.
Mons. Urbanč agradeció a Padre Renato “la disposición de haber aceptado venir y compartir y caminar seis años de su vida, con ustedes, para seguir la obra que otros han hecho, porque nosotros ni empezamos el trabajo ni lo terminamos, solamente somos un eslabón más”.
Asimismo, invitó a los fieles a “movilizar la diócesis desde Andalgalá y, sobre todo, pensar en este Oeste de Catamarca. Haber cómo ustedes desde este corazón del Oeste catamarqueño pueden ir formando una comunidad viva, fuerte, apostólica, misionera, de la mano del sacerdote que el Señor desde su Providencia les pone de hoy en más”.
Dirigiéndose al Padre Renato le dijo: “Te pido de corazón que te pongas en la fila de estos sacerdotes que te han precedido y acompañando a estos hermanos para ir formando esta Iglesia viva, fraterna, solidaria y, por supuesto, esencialmente misionera”.
Buscar a los que están lejos
“El Padre Renato -enfatizó el prelado-, como lo han hecho los anteriores sacerdotes debe ir a buscar a los que están lejos. Y tenemos mucha gente excluida de vida eclesial, alejados, ignorados, probablemente todavía despreciados, y a esos habrá que ir a buscar como el Buen Pastor, que va a buscar la oveja perdida o a sanar la oveja que está herida para traerla y ponerla junto con las demás. No nos olvidemos lo que nos dijo Jesús: ‘En el cielo hay más alegría por un pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan de El’. Que no nos conformemos nunca. Si hay algo que tiene que caracterizar al católico, al discípulo de Jesús, es una permanente disconformidad. Siempre más en el amor, siempre más en el servicio, siempre más en salir al encuentro del otro, siempre más en la fraternidad. Tenemos que aprender a ser sanamente disconformes siempre”, afirmó Mons. Urbanč.
Del nuevo párroco
Al dirigirse a los presentes en la ceremonia, el Padre Renato comentó que “cuando el Señor Obispo me confirmó que sería párroco de esta comunidad, me embargó una alegría muy grande. En lo primero que pensé fue en cómo dar gracias a Dios, y enseguida me puse en contacto con un amigo que tengo en Buenos Aires y ahora está en Roma, y le digo que voy a ser párroco y estaba muy contento. Y me dice: ‘No sé si párroco, pero te vas a subir en una cruz, y es hermoso el lugar donde te vas a subir, no te bajes nunca’. Y después le preguntaba qué hago, cómo hago. Y me dijo como padre y amigo: ‘Ama y déjate amar; pastorea y déjate pastorear; acompaña y déjate acompañar, y lo demás Dios lo hará’”.
Luego expresó: “Me gustaría trabajar con todos, a la par de quienes están al frente de cada una de la instituciones, como también en cada uno de los pueblos. Me gustaría que con el tiempo estemos todos… Me siento hijo, me siento hermano y amigo de todos ustedes, aunque muchos no me conocen”.
Finalmente agradeció a todos los que lo acompañaron la celebración, y a Mons. Luis por haber confiado en él. “Doy gracias a Dios por este regalo”, expresó.
Saludos de la Pastoral de Juventud
La Coordinación Nacional de la Pastoral de Juventud hizo llegar un afectuoso saludo al Padre Renato, que venía desempeñándose como asesor de los jóvenes en Catamarca. En algunos de los párrafos del escrito dice: “Hoy tu Ministerio recibe la hermosa Misión de acompañar y ser padre de la comunidad de Andalgalá. Que Jesús, Señor de la Vida, te bendiga y fortalezca siempre, te regale su mirada para seguir descubriendo las necesidades de aquellos que va va cruzando en tu camino”.
El Pbro. Rasgido fue ordenado el 20 de mayo de 1989, y desde entonces trabajó pastoralmente en diferentes puntos de la diócesis, habiendo asumido como último servicio la atención espiritual de los jóvenes de la diócesis.
