Praolini arrastraba una larga y penosa enfermedad que llevó con entereza y un espíritu inquebrantable, que hasta hoy le habían ayudado a no bajar los brazos en su misión sacerdotal de marcada tendencia social.
Se fue un referente para los que creen en verdad que esta sociedad puede ser mejor, a partir del trabajo, el sacrificio y la solidaridad.
Sus restos serán velados en la capilla Nuestra Señora de Luján en el barrio de Vargas.
Fuente: fenix951.com.ar