La titular del área, Alejandra Granizo, agradeció a aquellos artesanos que colaboraron prestando sus piezas de cerámica que fueron utilizadas para que los chicos puedan vivenciar a través del tacto las formas y consistencia, como también las distintas funciones de los elementos y así reconocer las actividades que realizaban los pueblos originarios.
Por su parte, la secretaria de la escuela, Mariela Luna, resaltó la importancia de esta experiencia ya que “los niños pueden vivenciar nuestra cultura como cualquier persona, el relieve, la talla y los materiales con que se realizaron las piezas”. Asimismo, consideró que “los chicos se van con una experiencia riquísima, mucho más porque ellos siempre tuvieron catalogado que al museo no pueden ir porque pueden romper las cosas”.
Periódicamente desde Patrimonio Cultural de la comuna capitalina se realizan charlas educativas sobre las costumbres de los pueblos originarios pero en este caso, se quiso brindar la misma oportunidad a niños y jóvenes con capacidades diferentes a través de un modo distinto de vivenciar parte de la historia de Catamarca.