"Es muy triste, dramático y shoqueante", se lamentó monseñor Patrick Jacquin -rector de la catedral parisina, que este año festeja sus 850 años-, a la vez que recordó que hubo varios casos de suicidios desde las torres del campanario, pero nadie se había disparado cerca del altar.
La decisión de Venner se produjo luego de otro suicidio, la semana pasada, cuando un hombre se mató frente a los alumnos de una escuela católica de París.
En la capital francesa, el récord de suicidios le corresponde a la Torre Eiffel, que siempre estuvo en el imaginario de los sitios espectaculares para acabar con la vida.
Tanto es así que todas las terrazas tuvieron que ser envueltas con un mallado anti-suicidio.
El primero en suicidarse en la Torre fue un muchacho de 23 años, el 15 de julio de 1898, según despacho de ANSA.
Desde entonces, cerca de 400 personas eligieron ese lugar para poner fin a su vida.
Fuente: Télam