En el contexto de cambio de las tecnologías aplicadas a las industrias culturales "el rol del editor y del libro en sí quizá sea el que vive la transformación más grande -remarcó-. El libro era papel, impresión, autor y ahora es también el libro digital".
En esta primera etapa se editaron dos tí­tulos: Arturo Peña Lillo. Un Editor Argentino de Leandro de Sagastizabal (editor responsable de Capital Intelectual) y Alejandra Giuliani (historiadora del libro y la edición) y Manual de Supervivencia para editores del Siglo XXI de Fernando Estevez (ha trabajado en editoriales literarias y educativas de Uruguay, Argentina, España y México).
El primero, acerca de Peña Lillo, rescata la figura de un editor que se destacó por la pluralidad de sus ediciones en una época de gran efervescencia política, en la segunda mitad del Siglo XX. Y el segundo aborda mucho de los desafíos que hoy plantea el oficio de editor.
Como editorial universitaria "tenemos una gran inserción en el mundo del libro, formamos parte de la red de editoriales universitarias, y organizamos unas jornadas para tratar los temas afines en el marco de la Feria del Libro de Buenos Aires", apuntó Quevedo.
A esto se suma un programa de divulgación de temas del mundo editorial por Radio Universidad que se llama "Leer por leer". La UBA tiene una carrera de edición que se da en la Facultad de Filosofía y Letras. Y Eudeba participa en la Cámara Argentina del Libro y en la Cámara Argentina de Publicaciones.
Para Quevedo, "la colección es una consecuencia lógica de todas las actividades que la editorial afronta desde la mirada del mundo editorial y de la promoción de la lectura".
"El rol del editor -evaluó- es difícil que desaparezca más allá del formato del libro. Hace poco se hizo una investigación en la Universidad de Oxford sobre aquellas profesiones que iban a desaparecer en el futuro. La profesión de editor estaba en la lista de las que iban a permanecer".
Sin lugar a dudas, afirmó, "siempre va a haber alguien que se ocupe de seleccionar contenidos para el mundo del libro o de la comunicación. Va a seguir existiendo el editor como intermediario entre el autor y el lector, cualquiera sea la forma en que se lea".
Y mencionó el ejemplo de la revista New Yorker en los Estados Unidos. "Publica una o dos poesías por semana y recibe 10.000 por año. ¿Quién las elige? Uno sabe que hay un grupo de editores que seleccionan el contenido y privilegian lo mejor".
Uno de los dos primeros libros, el Manual de la Supervivencia, de Estévez, así como otro que está en preparación basado en una serie de entrevistas del programa que dirige Quevedo con Sagastizabal por Radio Universidad analizan el tema de la edición a partir del proceso de cambio que se da en esta profesión.
"El programa de radio va por la quinta temporada y ya pasaron muchos editores argentinos con anécdotas y asuntos relacionados a este universo tan particular. Hicimos un compilado de 20 entrevistas y el título del libro va a ser 'Optimistas seriales'", indicó.
"Nos hemos ocupado que en la selección estén representadas las grandes editoriales como también las pequeñas y medianas, además de las alternativas. Desde Random House hasta Aurelia Rivera -nombró-. Esta diversidad te amplía las distintas miradas que hay sobre la edición".
Y otro que quizás se llame Un editor en tres siglos, "un homenaje a Arnaldo Orfila Reynal (1897-1997). Un argentino que se formó en México en el Fondo de Cultura Económica. Risieri Frondizi lo contrata cuando se hace cargo de la Universidad y decide crear Eudeba en 1958. Él diseña la editorial desde la concepción administrativa y económica, hasta las colecciones y el formato de los primeros libros y propone a Boris Spivakow para gestionar este proyecto".
"Cuando Orfila Reynal es despedido del Fondo de Cultura en México (en los años 60) funda la editorial Siglo XXI que llega hasta nuestros días. Nació en el siglo XIX, desarrolló tres editoriales en el siglo XX y el legado que supo construir permanecen vigentes en este nuevo siglo", resume Quevedo.
En la última Feria del Libro de Guadalajara "le hicimos un homenaje a Orfila Reynal que ahora vamos a repetir en la 41 edición de la Feria del Libro de Buenos Aires aprovechando que la ciudad de México es la invitada de honor", adelantó antes de despedirse.
Fuente: Télam
