Esta vez cuenta con la inclusión de la confitería "Las Violetas", pero ya no figuran el Bar Izmir y el Bar Correa, estaños que cerraron sus puertas como un ejemplo de la dificultad existente por mantener intacto el patrimonio tangible e intangible porteño.
"Los bares y cafés de Buenos Aires resultan clave a la hora de expresar ese aparente tecnicismo que nos habla de ´patrimonio tangible e intangible´. Sus salones, sus mesas, sus estaños (...) no presenta un valor meramente absoluto, material, químico; ni tan siquiera milenario", escribe el secretario de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Telerman. (Télam)