Esta sustancia química, capaz de eliminar microorganismos, supondría una eficaz alternativa al preservativo, especialmente en los países africanos donde la altísima tasa de contagio entre las mujeres se combina con un rechazo generalizado al uso del condón.
En la actualidad, se calcula que el número de africanas portadoras del virus supera en algo más de dos millones el número de hombres, ello a pesar de que las mujeres subsaharianas suelentener una única pareja sexual, generalmente su marido.