El deterioro y degradación del ecosistema afecta al 75 por ciento del territorio y 9 millones de personas sufren sus consecuencias, según un estudio efectuado por una organización ambientalista.
La degradación del suelo a través de los procesos erosivos (erosión hídrica y eólica) es una de las principales causas de la desertificación, según el Grupo Ecologista para el Mejoramiento Ambiental (GEMA).