El juez federal 2 de Corrientes, Juan Carlos Vallejos, aceptó indagarlos a partir de un requerimiento vía exhorto del Juzgado de la Vara Única de Garopaba, en el estado de Santa Catarina, Brasil.
Pero, según el Centro de Información Judicial (CIJ), ante los planteos de las defensas, el magistrado aceptó las apelaciones para que se expidiera la Cámara, que previamente pidió la opinión al fiscal Carlos Schaefer.
Schaefer consideró que el tribunal debía rechazar los planteos sin siquiera analizarlos ("in limine") y consideró que la apelación era "manifiestamente improcedente".
"La esencia de la cooperación internacional solicitada por la República Federativa del Brasil al Estado Argentino se basa exclusivamente en realizar los interrogatorios a los ciudadanos requeridos, en la forma solicitada", sostuvo el fiscal.
Agregó que "debieron tomarse las declaraciones respectivas a las personas que se encuentran domiciliadas en la jurisdicción, y una vez cumplida la medida, remitirse -con carácter de urgente- las actuaciones al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación Argentina".
Asimismo, recordó que la demora en la ejecución de las medidas solicitadas por la justicia brasileña para avanzar en el esclarecimiento del homicidio "también podría generar responsabilidad internacional del Estado Argentino […] por no brindar la colaboración con la diligencia y prontitud necesaria".
Por todo esto, la Cámara rechazó las apelaciones articuladas por las defensas de Braun Billinghurst y Gallino Yanzi y ordenó que "con urgencia" se remitan las actuaciones al juez para que se puedan realizar las indagatorias.
Ariel Malvino (21) murió la mañana del 19 de enero de 2006, luego de haber sido golpeado por un grupo de jóvenes en la playa de Ferrugem, situada en el sur de Brasil.
Testigos de los hechos, que declararon ante la policía brasileña, señalaron a Gallino, Pozo y Braun Billinghurst como los responsables de la muerte.
Fuente: Télam