La Vicegobernadora recordó que los maestros y maestras se los trató “de una manera muy dura”, sin contemplar que “muchísimas veces tuvieron que hacerse cargo de las carencias de la sociedad”.
“Se castiga tanto a la docencia y sin embargo en muchas escuelas el docente tiene que hacer de padre, de psicólogo, de psicopedagogo, de cocinero y de contenedor de los niños, además de enseñar los contenidos curriculares en la escuela. Se los cargó con un peso enorme sobre sus espaldas, y pese a todas las dificultades que tuvieron pudieron salir adelante”, valoró Corpacci.
“Ahora tenemos que apuntar a una escuela que además de los contenidos curriculares enseñe valores a los niños, es la tarea que nos está faltando, el poder mostrar la otra parte, no sólo la educación formal, sino valores de ser ciudadano, la conciencia de solidaridad, respeto y responsabilidad”, pidió.
“Todos debemos poder transmitir esos valores a nuestros niños. Asumo que a veces es difícil cumplir esta tarea, pero yo confío plenamente en que ustedes hacen diariamente el esfuerzo para lograrlo”, sostuvo la Vicegobernadora.
Corpacci consideró que el Congreso “ha tenido muy buena convocatoria”, hecho que le produjo satisfacción porque “iniciativas como ésta tenemos que apoyarlas entre todos, porque el tema de la violencia escolar no es ajeno a lo que nos sucede como sociedad”. “La violencia no es solamente de las escuelas, está instalada en la sociedad y tiene muchísimo que ver con la situación de marginalidad y exclusión en que se vive. Es una situación que no se generó en uno o dos años, sino que viene de muchísimos años atrás, y revertir esa realidad es algo que debemos asumir todos los ciudadanos como un compromiso. Debemos tomar conciencia de que esto nos golpea a todos, como docentes, como padres, como familiares, porque quien más quien menos todos pudimos ver alguna situación de violencia con niños, adolescentes o jóvenes”, indicó.
“En verdad es preocupante, no sólo en la escuela sino en todos los ámbitos donde uno se mueve. Y ahora que se discute sobre la posibilidad de bajar la edad de imputabilidad a los menores, yo creo que no se trata de eso, sino de sacar a los chicos y darles mejores condiciones de vida para que no lleguen a esa situación. Lo que está haciendo el profesor Juan Godoy con la escuela social es importante, y tenemos que reconocer que si bien todos queremos una educación formal para nuestros niños, y todos aspiramos a que vayan a una escuela, la realidad nos demuestra que hay muchos chicos que no llegan y que son sistemáticamente excluidos de la educación formal. Hacia esos chicos tenemos que llegar de alguna manera, y tenemos que darles las herramientas de la educación, que les permitan encontrar en el futuro una salida laboral”, agregó.
La doctora Corpacci citó luego un caso que detectó personalmente en Chumbicha, al visitar una escuela especial, cuando encontró entre los alumnos a seis hermanitos sin problemas de salud. Cuando preguntó por qué concurrían allí si no tenían discapacidad alguna, se le respondió que como tenían problemas familiares, y habían sido expulsados de distintas ecsuelas terminaron allí porque ya nadie los recibía.
“Algo nos está pasando, y quiero aclarar que no es una cuestión política porque no acuso a este Gobierno; creo que algo nos está pasando como sociedad, porque debe existir un déficit de educación serio para que un chico que tiene problemas sociales y familiares graves, y que pasa por una situación terriblemente dolorosa, sea doblemente castigado y no haya una escuela que lo acepte. De ese modo nunca va a recibir una educación formal, ni va a terminar con un título en la mano. Esas son las inequidades a las que tenemos que apuntar y sobre las que tenemos que trabajar”, concluyó.
