"El mensaje de la fiesta de la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María se puede resumir con estas palabras: Todo es gracia, todo es don gratuito de Dios y de su amor por nosotros", comenzó la meditación del Papa, según reprodujo Radio Vaticana.
Jorge Bergoglio recordó que el Ángel Gabriel llama a María "llena de gracia" porque "en ella no hay espacio para el pecado, puesto que Dios la ha elegido desde siempre como madre de Jesús preservándola de la culpa original".
El Papa dijo que así como "María corresponde a la gracia y se abandona a ella", también "a nosotros se nos pide que escuchemos a Dios que nos habla y que acojamos su voluntad".
"Según la lógica evangélica ¡nada es más activo y fecundo que escuchar y acoger la Palabra del Señor! Que viene del Evangelio, de la Biblia, el Señor nos habla siempre", dijo Francisco.
"La actitud de María de Nazaret nos muestra que el ser viene antes del hacer, y que es necesario dejar hacer a Dios para ser verdaderamente como Él nos quiere. Es Él el que hace tantas maravillas en nosotros", continuó.
Después de afirmar que el "misterio de la acogida de la gracia, que en María, por un privilegio único, estaba sin el obstáculo del pecado, es una posibilidad para todos", el Papa dijo que "también nosotros hemos sido desde siempre «bendecidos», es decir amados y, por tanto, «elegidos antes de la creación del mundo para ser santos e inmaculados»".
"María ha sido preservada, mientras nosotros hemos sido salvados gracias al Bautismo y a la fe. Pero todos, tanto ella como nosotros, por medio de Cristo, «en alabanza del esplendor de su gracia», esa gracia de la cual la Inmaculada ha sido colmada en plenitud", completó.
Al concluir su meditación el Santo Padre dijo que frente al amor, a la misericordia, a la gracia divina derramada en nuestros corazones, la consecuencia que se impone es una sola: la gratuidad.
"Ninguno de nosotros puede comprar la salvación. La salvación es un don gratuito del Señor, un don gratuito de Dios que viene a nosotros, y habita en nosotros. Así como hemos recibido gratuitamente, del mismo modo gratuitamente hemos sido llamados a dar; a imitación de María, que, inmediatamente después de haber acogido el anuncio del Ángel, va a compartir el don de la fecundidad con su pariente Isabel", dijo el pontífice.
Finalmente, al preguntarse de qué modo todo debe ser devuelto, dado que todo nos ha sido donado, el Papa respondió: "Dejando que el Espíritu Santo haga de nosotros un don para los demás; que nos permita llegar a ser instrumentos de acogida, de reconciliación y de perdón".
Fuente | lanacion.com.ar
