El prelado, en principio, aclaró que la Iglesia distingue entre la tendencia homosexual y la práctica homosexual. En ese marco, señaló que la primera "es un defecto, como si a una persona le faltara un ojo, una mano o un pie".
Así es que instó a las personas que lo "padecen" a rehabilitarse en un camino que denominó de "cura de la homosexualidad" . En ese sentido, comparó a los gay con los alcohólicos, y comentó que él mismo conoció casos en los que, al igual que los bebedores, personas han "corregido" sus tendencias no heterosexuales.
Frente a estas declaraciones, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) pidió a la Conferencia Episcopal de Chile (CECH) que defina cuál es su posición frente a este tema.
Alejandro Goic, del Movilh, exigió en la carta que envió a la CECH que "las recientes declaraciones sean abordadas y discutidas por su Conferencia, de manera quela ciudadanía sepa sin dobles lecturas si estos brutales dichos son compartidos o no por la Iglesia católica chilena como conjunto y si la misericordia que dicen promover se agota a la hora de tratarse de lesbianas, gays, bisexuales o transexuales ".
Para el organismo, las declaraciones de Medina "son claramente ofensivas y dañan la dignidad de personas inocentes sólo por amar a otras de su mismo sexo, además de promover la ignorancia por sustentarse en falsedades respecto a lo que dice la ciencia sobre la diversidad sexual, lo cual constituye un engaño a nuestra sociedad".