Navarro de Pandolfi, fundó el pedido haciendo notar que "a veces, los acontecimientos nos hacen preocupar ya sobre los hechos consumados. No debería ser así, porque actuar con la premura de las circunstancias, si bien ayuda, es mejor prever".
Observó que el movimiento sísmico del 7 de este mes, "ha dejado al descubierto falencias que deben subsanarse con la seriedad y responsabilidad que corresponde, cuando se trata de resguardar la vida y los bienes de los habitantes de nuestra provincia".
Puntualizó que la provincia "contaba con un aparato propio para medir el grado de los movimientos telúricos, llamando sismógrafo. El mismo estuvo asentado en una edificación ubicada en la zona de Choya, departamento Capital y dependía del área de Minería. La desidia, la falta de voluntad de inversión para su mantenimiento hicieron que éste fuera prácticamente desactivado, porque no decir abandonado".
Dijo que esta situación "nos pone en condiciones de dependencia en cuanto al procesamiento de datos, información, etc., del Instituto Nacional de Prevención de Sismos, con sede en la provincia de San Juan, cuyos profesionales que asisten a otros Estados en caso de sismos debieron acudir a nuestra provincia provistos de toda la tecnología que poseen para realizar el trabajo especifico, que de contar con un sismógrafo propio y profesionales locales, se hubiera obviado".
