A través de un trabajo interdisciplinario conformado por un equipo de salud, un equipo docente, el Mercado de Abasto, padres y comerciantes, se deben definir los alimentos que ofrecerán los quioscos y cantinas de las instituciones educativas. Estos quioscos y cantinas deberán publicitar en lugares visibles para los consumidores el listado de alimentos saludables y su contenido calórico en comparación con los no saludables.
“Se observa en forma creciente un hábito nutricional sin control de los niños y adolescentes en el consumo de alimentos que son elevados en azúcar, sal y grasas saturadas; son pobres en nutrientes; son adictivos y están listos para consumirse -a diferencia de las verduras- y están al alcance de todos. El aumento de la obesidad evidencia el fracaso de las políticas sanitarias, y la evolución ascendente de esta epidemia en niños en edad escolar es del orden del 30 por ciento en muchos países”, destacó Fedeli, médica de profesión.
Es autoridad de aplicación de dicho programa la Secretaría de Cultura, Educación y Deportes municipal, quien en una tarea conjunta con la Secretaría de Salud debe:
a) Realizar campañas educativas y publicitarias para la promoción de la alimentación saludable y en especial para la incorporación del hábito de consumo de frutas.
b) Controlar que los quioscos y cantinas ofrezcan para la venta alimentos saludables.