Mientras tanto, la investigación por el crimen podría avanzar en las próximas horas, con la ampliación de la indagatoria de tres de los detenidos. Uno de ellos, Alberto Espíndola, habría apuntado hacia otros dos implicados, Guillermo López y Fabián Gabriel Gómez, y un tercero al que se está buscando, según trascendió de fuentes del caso.
Esa situación derivó en que algunos abogados del caso hablaran de "confesión"; pero la Fiscalía desmintió esas interpretaciones mientras que el nuevo abogado en la causa, Fernando Burlando, representante de Carola Labrador, madre de Candela, resaltó ante la prensa: "Descarten por completo algún tipo de confesión". No obstante, Burlando dijo que "estamos en muy buen camino" para esclarecer el caso, y cuando le preguntaron si los asesinos estaban ya arrestados, aseguró: "Entre los detenidos están los asesinos de Candela y probablemente falte más gente" que pronto caerá presa, según confió.
En tanto, en el día de ayer, Carola Labrador fue aceptada porla Justicia como particular damnificada en la causa y hoy se espera que declaren algunos de sus familiares, entre ellos una sobrina.
Además de Altamirano, por el crimen están detenidos Gladys Cabrera, la dueña de la casa de Villa Tesei donde se halló el ADN de Candela; el uruguayo Bermúdez; el albañil Alberto Espínola; el fletero Guillermo López; y el verdulero Fabián Gómez.
Todos están acusados de ser "partícipes necesarios" del crimen, excepto Bermúdez, a quien el fiscal Tavolaro imputó como "autor material" del homicidio.
Además, los torneros Alfredo Monteros y su hijo del mismo nombre, y el fletero Gustavo Valenzuela fueron detenidos y luego liberados ya que se les imputa el delito de "encubrimiento agravado", que es excarcelable.
Hoy se cumple un mes de que Candela, de 11 años, fue secuestrada de la esquina de su casa en Villa Tesei, cuando supuestamente esperaba a unas amigas para ir juntas a una reunión de boy scouts.
Fuente: infobae.com