Camilo Sce (Buenos Aires, 1985) estudió Filosofía en la Universidad de Buenos Aires y es librero. Formó parte de las antologías Atada a la reacción: antología de poesía unisex (2010) y 2017: nueva poesía contemporánea. Además, el Slam Argentino de Poesia Oral publicó: 002 Camilo Sce.
¿Cómo están estructurados los poemas?
La primera parte del libro, que le da el título, es un sólo poema estructurado en alrededor de 25 aforismos. La idea que atraviesa esa parte es básicamente el concepto policial: uno sabe que la policía dice ser una cosa, pero enseguida se la relaciona con algo que da miedo. Creo que con el amor pasa lo mismo; ese primer poema, un poco en broma, tiene que ver con una desconfianza ante todo, una sensación constante de que cualquiera te puede cagar, y eventualmente puede ser tu amigo.
¿Por qué pensaste en incluir zombies?
Eso aparece en la serie "Los alambrados", que son poemas sobre zombies en el conurbano; surgieron cuando iba a visitar a un amigo a Villa Bosch, y siempre me llamaba la atención esa cosa medio postapocalíptica del conurbano. Creo que los zombies son la forma de apocalipsis de esta época, ocuparon el lugar de la ciencia ficción. Antes, el género trabajaba más con la crítica social o los límites de lo humano. Los zombies ya no son muertos que reviven, sino gente infectada por algún tipo de virus actual.
- ¿Por qué creés que la figura del zombie ocupa tanto terreno en la literatura actual?
- En la figura del zombie aparece la idea de lo que se resiste a irse. El límite máximo de la vida. El ansia absoluta de una cosa inconcebible. Creo que es un tema que da para mucho, y es parte de la estructura del mundo actual, básicamente por el consumo y la insatisfacción. Además, pienso que es un terror medio ingenuo, porque el mundo es diez veces más terrible que la posibilidad de que haya zombies; es casi ridículo, pero mientras tanto funciona como una paranoia con la que escaparse de los horrores de la realidad.
¿Se trata de otra forma de pensar la realidad?
Creo que este tipo de género surge como una respuesta a ese estilo hiper literario al que llegaron las novelas realistas argentinas; algo así como un intento de parar con el realismo y volver a los géneros puramente ficcionales. Este tipo de literatura propone un tipo de infiltración más simple, porque es difícil entrarle a la poesía si no sos un lector de poesía, y algo que lo hace más difícil es el uso del lenguaje demasiado lírico, la sobreabundancia de la metáfora y el simbolismo extremo. Este regreso a los géneros intenta infiltrar material donde el consumidor de cultura general, como el tipo que ve la serie "True Detective", pueda acceder a prosa buena, sin alejarse del divertimento.
¿Tu poesía busca abordar la actualidad?
La poesía te enfrenta con el lenguaje en sí, con la forma en que se habla; es algo que interpela al lector. Si se trata de una poesía que le habla a la juventud, con palabras de ahora, puede repeler al lector que no se siente acostumbrado a leer lo que escucha en la calle. Hay un canon establecido muy diferente a lo que se escribe en esta época. Por mi parte, siento que tengo que escribir en la actualidad, no seguir perteneciendo a una tradición que ya no es propia en ningún sentido. La poesía siempre tiene algo urgente, algo que hay que decir ahora.
Fuente: Télam
