Para unos se debe al hambre producida por la pesca sin control de anchoítas y para otros a fenómenos tóxicos como las mareas rojas, mientras científicos de la Wildlife Conservation Society de Nueva York (EE.UU) estudian el caso "in situ".
La inédita situación preocupa a las autoridades del gobierno chubutense, puesto que afecta a la colonia continental de pingüinos de Magallanes más importante del mundo, y a una de las principales atracciones turísticas de la provincia de Chubut. (Télam).-