La mayoría de las familias desalojadas habitaban desde hace más de 80 años un conjunto de casas pequeñas, algunas de ellas muy antiguas, las que fueron demolidas para permitir la restauración de una parte de la muralla que rodeaba la ciudad, levantada durante las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911), así como la instalación de un parque.
Otras 600 familias chinas que habitaban en las cercanías de Yuanmingyuan, cuyo viejo palacio fue saqueado por las tropas inglesas y francesas en 1860, debieron abandonar viejas viviendas para que se construyera un parque actualmente abierto al turismo. (Télam-SNI).-