"Las dietas restrictivas deben quedar en el pasado. Claramente no son una buena estrategia si lo que se quiere es bajar de peso y mantenerlo con el objetivo de gozar de una buena salud. Dejar de ver a los alimentos como pecado y el comer como ilícito", agrega.
La obesidad y el sobrepeso siguen aumentando a nivel mundial, a pesar de todas las medidas y programas implementados hasta el momento en las políticas públicas. Se calcula que en el 2015 habrá aproximadamente 2.300 millones de adultos con sobrepeso y más de 700 millones con obesidad.
En la Argentina, el 18% de la población sufre esa enfermedad y más del 60% padece de sobrepeso. En la Argentina, el 18% de la población sufre esa enfermedad y más del 60% padece de sobrepeso.
Las limitaciones de tiempo para preparar alimentos y comer en casa, el ritmo de vida acelerado, la difusión del modelo de delgadez como sinónimo de belleza y éxito, entre otros, son algunos factores que, según la Organización Mundial de la Salud y la Organización de la Naciones Unidas, influyeron en las malas elecciones del tipo de alimentos y en las cantidades.
El placer de comer
Según señala la doctora en su libro, "comer es mucho más que alimentarse" y requiere de una gran cantidad de tiempo y energía para planear, seleccionar y preparar.
Pero no sólo se come para vivir sino que también se hace por aburrimiento, por placer, para distraerse, para reunirse, para celebrar o para seducir. "Vivimos rodeados de estímulos que incitan a comer".
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"Todos los días necesitamos una dosis de calorías, una dosis de nutrientes, pero además, una dosis de placer. Y la comida puede hacer eso por las personas, al menos, cuatro veces al día", aclara Katz.
Por eso, prohibir genera el efecto contrario y la clave está en controlar las porciones: algunas pautas a seguir, según la doctora.
-No hay alimentos malos. Hay porciones excesivas.
-No hay permitidos. Siempre se come rico.
-Se come "a lo francés", la porción justa, porque queremos un cuerpo cómodo y sano.
-No es la última cena.
"Pequeños cambios en el estilo de vida conducen a mejorar la salud. La idea es pensar que se nace con derecho a comer rico y que comemos lo justo, no porque no podamos más, sino porque deseamos un cuerpo cómodo y sano", concluye.
Fuente: infobae.com