Catamarca
Viernes 29 de Marzo de 2024
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Por Juan Pablo Fripp

Porque estamos donde estamos

Podríamos decir que los países progresan o se empobrecen de acuerdo a las gestiones de los gobiernos que tienen. Y no estaríamos más que frente a una obviedad, que por más lógica que sea, requiere de un análisis y no darlo por sobrentendido.

Podríamos decir que los países progresan o  se empobrecen de acuerdo a las gestiones de los gobiernos que tienen. Y no estaríamos más que frente a una obviedad, que por más lógica que sea, requiere de un análisis y no darlo por sobrentendido.
En la República Argentina se vienen sucediendo desde la recuperación de la Democracia, en el año 1983, una suerte de comportamiento erróneo en el diagnóstico de los problemas, que nos afligen, y por su puesto en las soluciones aplicadas.
Haciendo una pequeña reseña histórica, podríamos decir que el primer mandato presidencial, desde que se recuperara la democracia, tuvo que concluir antes de lo previsto (seis meses), como consecuencia de una muy fuerte crisis económica que dejó como saldo la hiperinflación y el corralón, con el posterior surgimiento del plan BONEX 89.
El mandato presidencial que lo sucedió (y posteriormente el siguiente) implementó la convertibilidad, que establecía la paridad cambiaria, la no emisión monetaria, y dejando como única variable macroeconómica la fiscal (esto es la recaudación impositiva). También tenía como premisa la optimización de la administración pública. Lamentablemente, no sólo que no lo logró, sino que incremento sustancialmente el gasto público, el cual fue financiado en una primera etapa con los recursos de las privatizaciones de las empresas estatales, y en una segunda etapa con el incremento de la deuda pública.
Luego de diez años de mandato presidencial, le siguió un gobierno de color político distinto, pero de hábitos iguales en la incontinencia del gasto. Esta vez el gasto público se financió en parte con las reservas en divisas, que la Nación tenía en el Banco Central de la República Argentina, y en parte con los cuestionados Mega Canje y Blindaje Económico. Hasta terminar abruptamente en una entrega anticipada del gobierno (de dos años), luego de la instauración del corralito y corralón.
Luego le siguieron tres presidentes, de los cuales no merecen mención, puesto que duraron en su gestión menos tiempo del que usted tardaría en leer estas líneas.
Por último, y por eso no menos importante, el actual Gobierno Nacional, que frente a un incontrolable déficit fiscal, agravó aun más la crisis a través de la devaluación y la pesificación.
A simple vista parecería que nada funciona en la Argentina, que todo es cuestión de mala suerte. Lo cierto, es que lo que estamos viviendo es la consecuencia natural de nuestro comportamiento, de herencias perversas y de aplicar soluciones coyunturales a problemas estructurales. Lo que tendríamos que hacer, es realizar un diagnóstico de los reales problemas que nos aquejan, y en función de ellos aplicar la mejor solución, por más que la misma resulte traumática o dolorosa, si la misma nos asegura un mejor porvenir, bienvenida sea.

Por Juan Pablo Fripp



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