Para los obispos "la mentira y el robo, han generado niveles inaceptables de pobreza, miseria y exclusión. Los poderosos del mundo siguen poniendo exigencias a los pobres para demostrar su poderío.
"La inseguridad y el egoísmo campean a sus anchas. La legitimidad de nuestras instituciones se ha deteriorado por usarlas en provecho propio de grupos y no al servicio del biencomún", reflexionaron los prelados.
Sin embargo, los obispos señalan que "para los que creemos en el Misterio de la Navidad, de la encarnación de Dios en la historia y para todos los hombres de buena voluntad, brilla la luz en medio de la oscuridad de la noche". (Télam)