Puntualmente, el proyecto -que fue acompañado por los diputados Pablo Bergel, Gustavo Vera, Marcelo Ramal, Paula Penacca, Gabriel Fuks y José Cruz Campagnoli- insta al Poder Ejecutivo a "intervenir en el Jardín Zoológico de Buenos Aires para preservar la seguridad laboral de los empleados, el patrimonio arquitectónico, el arbolado, los animales, el conjunto edilicio paisajístico-ambiental y artístico-ornamental".
"El estado del Zoológico de Buenos Aires es preocupante y las irregularidades con el cumplimiento del pliego de bases y condiciones particulares de la concesión de uso y explotación están a la vista", remarcaron en la iniciativa, en alusión al contrato que tiene la gestión local con la empresa a cargo del predio del barrio de Palermo desde la década del 90 y cuya concesión fue renovada en 2012 por cinco años más.
Para Camps, "los empleados denuncian falta de inversión, abandono de los programas de investigación, riesgo de accidentes y falta de diálogo. En estas condiciones es muy difícil esperar al vencimiento de la concesión al 2017 para iniciar un proceso de transformación, porque los riesgos que se corren son muchos".
Por su parte, Penacca informó sobre la presentación también de un pedido de informes al Ejecutivo acerca de las funciones que cumplen en la actualidad las comisiones de notables para la Modernización del Jardín Zoológico y la Técnico Ambiental para la transformación del Jardín Zoológico, creadas en 2012 y 2014 respectivamente.
Para la legisladora, "se desconoce al momento la labor realizada por dichas comisiones", por lo que requiere al Ejecutivo conocer "el nivel de cumplimiento de las resoluciones que establecen su creación y funciones".
En rigor, el zoológico de Buenos Aires está emplazado en el Parque Tres de Febrero, se extiende por 18 hectáreas en las que viven aproximadamente 2.400 animales y cuenta con 52 edificios que hicieron que fuera declarado como Monumento Histórico Nacional.
La concesión está a cargo de la empresa Jardín Zoológico SA desde 1991, otorgada por el entonces intendente Carlos Grosso, y extendida hasta el 2017 por la gestión de Mauricio Macri, quien recibe un canon mensual de 1.010.000 pesos por la explotación.
Trabajan allí 220 personas -70 en tareas administrativas y 150 en contacto con los animales, entre ellos solo 30 cuidadores- y reciben diariamente a los visitantes, los que pagan una entrada de 180 pesos si son mayores de 12 años.
Fuente: Télam