El primero de ellos trata de la iluminación de la fachada del Obispado, que pretende jerarquizar al edificio como un hito urbano de importancia en el casco histórico de la ciudad. Mientras que el segundo aborda la remodelación de la Plaza del Peregrino en la Gruta de la Virgen del Valle para otorgarle al lugar la uniformidad estética que requiere, por ser uno de los principales sitios de turismo religioso de Catamarca.
Según lo expresado por en intendente Guzmán, ambos proyectos serían financiados con recursos provenientes de las regalías mineras, que el municipio capitalino dispone únicamente para la ejecución de obras de infraestructura para el desarrollo turístico (Ordenanza Municipal 4068).
Cabe recordar que año pasado por esta misma época y también con fondos de las regalías mineras el municipio iniciaba la obra de la iluminación exterior de la Catedral Basílica, que hoy puede ser apreciada en su totalidad y que destaca el más importante patrimonio de los catamarqueños.