El Estado Argentino por medio de diversas resoluciones ha establecido las condiciones según las cuales se deben comercializar determinados productos de modo que el consumidor pueda acceder a productos seguros, que en su normal uso no ocasionen daños ni a las personas, a los animales o a los bienes de quien los utilice.
El cumplimiento de estas condiciones, llamadas requisitos esenciales de seguridad, debe ser certificado por organismos debidamente reconocidos por la Dirección Nacional de Comercio Interior de la Subsecretaría de Defensa del Consumidor.
Si bien algunas de estas Resoluciones datan del año 1998, los consumidores no contaban aún con elementos que le permitieran diferenciar en forma clara los productos que se ajustaban a la normativa vigente, de aquellos que se encontraban en infracción y que eran generadores de potenciales situaciones de riesgo para un consumidor no experto en temas de seguridad.