Finalmente, se recuerda la potencialidad contaminante de los neumáticos y se aclara que “no son peligrosos en sí mismos, pero conllevan consecuencias por su composición química y volumen”.
Asimismo, se añade que “deben ser desechados por ser reservorios de aguas estancadas, ideales para la reproducción del mosquito transmisor del dengue”; como así también, y por su efecto contaminante para el medio ambiente, “evitar que la gente incinere cubiertas ó que se las reutilice en otros vehículos, por las consecuencias viales que esto puede ocasionar”.