De acuerdo a la recomendación internacional de ingesta diaria de sal fijada por la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, se recomienda un máximo de cinco gramos por día, pero hay relevamientos que indican que el consumo en la población supera ampliamente esa recomendación.
La norma plantea la prohibición de saleros en las mesas de los locales y contempla que los comensales que quieran adicionar sal en la comida deben solicitarlo al personal del comercio.
La subdirectora de Bromatología municipal, Patricia Marchetti dijo que "la propuesta es para evitar que, a causa de malos hábitos alimenticios, los comensales incorporen sal a sus comidas innecesariamente o por mera costumbre”.
En cuanto a las sanciones para quienes incumplan la ordenanza se prevé en una primera instancia una multa para el local y en caso de reincidencia se precede a la clausura.