Catamarca
Jueves 28 de Marzo de 2024
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Mons. Luis Urbanč en la Misa por los 30 años del Beagle

“Que aprendamos a superar los conflictos con sensatez, con diálogo, con prudencia y caridad”

El lunes 22 del corriente, a las 21.00, en la Catedral Basílica, se ofició la Misa por la Paz, al conmemorarse los 30 años de la mediación papal en el conflicto del Beagle, que evitó la guerra entre Argentina y Chile.
(DIARIOC, 23/12/2008) La celebración eucarística en nuestra ciudad fue presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por el Delegado Episcopal de la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle, Pbro. Domingo Chaves, y por el Pbro. José Antonio Díaz, sacerdote de la Diócesis local que se encuentra prestando servicio en el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), con sede en Colombia. Asistieron a la celebración religiosa el gobernador Eduardo Brizuela del Moral, la vicegobernadora Lucía Corpacci, los ministros de Gobierno y de Producción, Javier Silva y Luis Mazzoni, respectivamente; el intendente de la Capital, Ricardo Guzmán; el juez de Cámara Federal Luis Martín Rodríguez Seín, el fiscal Federal Víctor Manuel Monti, autoridades de Gendarmería Nacional, con asiento en esta ciudad, entre otras autoridades, y fieles en general.

Asimismo, en todos los templos parroquiales de Catamarca se celebró la Santa Misa con la intención especial por la paz, al igual que en Buenos Aires, donde fue presidida por el Cardenal Jorge Bergoglio, y en el hermano país de Chile.

Repaso histórico

Durante su homilía, Mons. Urbanč hizo un repaso de los acontecimientos históricos de aquel momento, cuando Argentina y Chile alistaban sus tropas para una inminente guerra por un diferendo limítrofe, y la providencial medicación del Papa Juan Pablo II que permitió una solución pacífica al conflicto. Para ello, tomó un escrito de Mons. Carmelo Giaquinta, quien detalla los sucesos de hace 30 años.

En una parte, Mons. Urbanč leyó que “el 19 (de diciembre) por la mañana, el Cardenal Primatesta preside la reunión de la Comisión Permanente del Episcopado, informa de su gestión ante la Santa Sede, pide el apoyo de la Comisión e informa que a las 11 horas tiene una audiencia con el Presidente de la Nación. Frente a la sugerencia de los obispos de esperar su regreso antes de hablar a Roma, el Cardenal es taxativo: no. La diferencia horaria los obligará a hablar a Roma recién mañana, y eso es demasiado tarde. No quiere forzar a la Comisión a dar un consentimiento a su iniciativa, pero insiste en que desde que llegó de Roma hay una situación mucho más urgente y pregunta si ante esto es posible que los obispos no digan nada al Papa”.

Telegrama y comunicado

“Los obispos -continúa- resuelven entonces enviar un telegrama al Papa ‘ante urgencia crítica situación episcopal argentina pide al Santo Padre interponga su paternal influencia de manera apremiante ante gobiernos argentino y chileno para encontrar caminos de convivencia, equidad y paz’. El Cardenal sale para la audiencia con el Presidente de la Nación; la Comisión Permanente sigue sesionando y resuelve invitar al Episcopado Chileno a hacer igual gestión ante la Santa Sede”.

“Además, con fecha 20 de diciembre publica un breve comunicado de exhortación a la paz, recomendando la lectura de la anterior Carta Pastoral. El viernes 22, fecha que nos reúne hoy, en Roma, en la reunión con el Colegio de Cardenales para los saludos natalicios del Papa Juan Pablo II revela que en el día de ayer, jueves 21, frente a las noticias siempre más alarmantes que llegaban sobre el agravamiento y la posible precipitación de la situación tenida por no pocos como inminente hice conocer a las partes mi disposición e incluso mi deseo de enviar a las dos capitales un representante mío especial para tener informaciones más directas y concretas sobre las respectivas posiciones y para examinar y buscar juntos las posibilidades de una composición honorable de la controversia. A la noche ha llegado la noticia de la aceptación de tal propuesta por parte de ambos gobiernos con expresiones de gratitud y de confianza”.

Conversación telefónica con el Papa: Mons. Miani, testigo presencial

El Obispo destacó que “es importante notar que el Cardenal Primatesta en esa noche del 21 movió cielo y tierra para tener una conversación telefónica, personal con el Papa, la cual consiguió después de muchos intentos y es eso lo que él le manifiesta después a los Cardenales en ese encuentro que tiene. No está revelado acá, pero es una confidencia, y lo sabe muy bien Mons. Miani. El es el único testigo presencial de todas las gestiones que hizo el Cardenal Primatesta personalmente. Incluso me dice Mons. Miani el lugar donde estaba el teléfono, el pasillo donde el Cardenal hizo esa llamada en la cual habla personalmente con el Papa urgiéndolo a que tome esa decisión”.

Firma del acta para pedir la mediación papal

“El día de Navidad, el Cardenal Antonio Samoré, representante especial del Papa, acompañado de un joven sacerdote español, Faustino Sáenz Muñoz, partió de Roma, rumbo a Buenos Aires y Santiago de Chile. El 26 comenzaron las rondas de entrevistas, el 8 de enero del ‘79, los cancilleres de Argentina y Chile, reunidos en Montevideo, suscribieron un acta por la cual ambos gobiernos acordaron solicitarle al Pontífice Juan Pablo II que actúe como mediador con la finalidad de guiarlos en las negociaciones y asistirlos en la búsqueda de una solución del diferendo para el cual ambos gobiernos convinieron buscar el método de solución pacífica que consideraran más adecuado. El miércoles 24 de enero del ‘79, el Papa Juan Pablo II aceptó actuar como mediador”.

El Papa dio el ejemplo de trabajar por la paz

Al finalizar su predicación, el Obispo dijo “que este repaso de la historia de estos hechos, a nosotros nos ayude a ponernos de frente a esta celebración y sobre todo que capitalicemos para nosotros de entre las bienaventuranzas cómo el Señor remarca de un modo particular: ‘Felices los que trabajan por la paz porque serán llamados hijos de Dios’. El Papa nos dio ese ejemplo. El Papa, como Vicario de Cristo, trabajó por la paz, se aventuró, se arriesgó a ir contra un laudo internacional que favorecía a Chile y perjudicaba a Argentina. De esa manera enfrentó, como dice el obispo Giaquinta, ese Goliat que quería destruirnos, que es la guerra. Precisamente, por trabajar por la paz y estar convencido que aquellos que trabajan por la paz serán hijos de Dios, es que hemos conseguido nosotros la paz. Acá en Argentina, en Chile, hubo hombres y mujeres que han trabajado directamente por la paz, pero no nos olvidemos que también nosotros hemos rezado por la paz, cada uno de nosotros ha rezado por la paz. Fruto de esa oración que se hacía en los distintos templos, en los hogares, se ha logrado vencer al Goliat de la guerra y se impuso el David de la paz”.

Siempre en busca de la paz

“Que nosotros también, cuando tengamos conflictos de vecinos, conflictos en el ámbito político, conflictos en el ámbito eclesial, aprendamos a superarlos con sensatez, con diálogo, con prudencia, con caridad, sabiendo resignar cosas materiales, siempre en busca de la paz. Nunca lo material se puede imponer por encima de la vida de los hombres, nunca. Así que tenemos que saber trabajar de tal manera que en todo momento estemos dispuestos a afianzar en el mundo este Reino de la paz, que Cristo ha traído”.

“Que en esta Navidad, que la tenemos cercana, cada uno de nosotros frente al Niño Jesús, Príncipe de la Paz, renovemos nuestro compromiso de ser hombres y mujeres, verdaderos artífices de la paz, en primer lugar en nuestro corazón, que no tengamos revueltas, que seamos artífices de la paz en la relación con las personas, en la relación de la vida social, que seamos artífices de la paz, porque eso es lo que ennoblece la vida humana. Que así sea”, concluyó en su homilía Mons. Urbanč.

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