Sobre el tema el titular de Extensión Rural, Roberto Coronel, bajo cuya órbita están las oficinas de las Agronomías de Zona de toda la provincia, dijo que actualmente se encuentran trabajando con tractotes y sus respectivas rastras y cinceles -pertenecientes a ese organismo- a los efectos de realizar tareas de laboreo en los campos con cría de ganado.
Concretamente, explicó que a solicitud de los propios productores de la zona de Bañado de Ovanta, en el departamento Santa Rosa y de la Subsecretaría de Agricultura Familiar, el Ministerio con sus máquinas está colaborando en las tareas previas a la siembra de pasturas y maíz para forrajes. Según recordó, estas tareas se realizan de manera permanente en distintas zonas de la provincia con el objetivo de dar continuidad a las acciones que se vienen desarrollando desde 2007, como parte del Plan Forrajero Provincial en el marco del Plan Ganadero Provincial.
De esta manera y en función de lo diseñado por el mencionado Plan, el Ministerio aporta las máquinas y las tareas de laboreo en las tierras, mientras que los productores beneficiados se hacen cargo de los gastos por el consumo de combustible.
El cronograma de asistencia prevé continuar con esta actividad agrícola en la zona de Las Cañas, Las Tunas y Achalco, entre otras localidades del departamento Santa Rosa; así como en algunas jurisdicciones de la zona de El Alto para la producción de pasturas y maíz para forrajes y en Paclín, con el cultivo de zapallo.
Contra la Carpocapsa
Por su parte, la Dirección provincial de Agricultura avanza en la aplicación del Programa Nacional de Supresión de la Carpocapsa en el Nogal (plaga Cydia pomonella), que alcanza a unos 1600 productores, abarcando más de 5000 hectáreas en los departamentos con producción nogalera, es decir Andalgalá, Tinogasta, Pomán, Belén, Pomán, Capayán, Santa María y en la zona Este de Ambato. El director del área responsable de las tareas de fumigación, Juan Carlos Suárez, remarcó que hace más de una semana se comenzó con la segunda aplicación de los químicos, cuyos insumos y máquinas necesarios son provistos por el Ministerio de Producción de Catamarca hasta que bajen los fondos nacionales comprometidos por este Programa.
En este marco, las tareas se realizan de manera conjunta entre las agronomías de zonas y los productores nogaleros que, de manera asociada, aportan el combustible y la mano de obra en las tareas de vigilancia y control.
Cabe recordar que el citado programa está dividido en tres etapas e incluye la vigilancia y el monitoreo, el control propiamente dicho y la distribución tecnológica. Mediante este convenio marco, que firmó la provincia de Catamarca el año pasado con el Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria (SENASA), no sólo se pretende atacar la plaga de la carpocapsa sino a todos los agentes nocivos que afectan a cultivos de la provincia, produciendo daños económicos al productor.