Los manifestantes hicieron oír su voz también contra la inscripción online que dejó a 12.000 chicos sin vacantes, motivo por el cual el macrismo está improvisando las llamadas "aulas container" o las "aulas pasillo" en distintos establecimientos a pocas semanas del inicio de clases.
La protesta, de la que participaron aproximadamente 300 personas, se materializó con un acto realizado en la puerta del colegio, sobre Cátulo Castillo, cuyas rejas perimetrales lucieron embanderadas con una enseña nacional de más de 50 metros de largo y cubiertas con carteles en defensa de la educación pública.
"No es posible que se hacinen chicos porque se inscribió mal. Las aulas se hicieron básicamente porque el sistema de inscripición online funcionó mal y se dieron más vacantes de las que puede albergar el colegio", dijo Paula Acosta, quien es madre y maestra del colegio.
"El Ministerio de Educación de la Ciudad se tiene que hacer cargo de esas personas, tenemos que estar muy unidos para que las vacantes que se entregaron de más sean reasignadas a otra escuela dentro de un radio de 10 cuadras", dijo.
Por su parte, la secretaria de Educación de Ademys, Laura Marrone, denunció que a sólo cinco cuadras del Instituto Bernasconi, en la Escuela Nº2, "hay sólo cinco chicos inscriptos en primer grado" porque "no dejaron inscribir a los chicos de la Provincia".
"No sólo hay un proceso de privatización en la zona norte y de desescolarización de la zona sur, sino una proliferación de los llamados Centros de Primera Infancia, que no son centros educativos y se conforman hasta en garages", dijo.
El titular de la Unión de Trabajadores del Estado (UTE), Eduardo López, explicó que el objetivo de la protesta es "defender la seguridad y la dignidad de los niños de la escuela pública" ante una iniciativa que "los pone en riesgo".
"Nosotros queremos que entren todos los chicos, pero no se pueden amontonar como en una caja de empanadas. Lo que estamos pidiendo es que haya más presupuesto para crear más escuelas", dijo.
Por su parte, la expresidenta de la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico y Cultural de la Ciudad, Mónica Capano, aseguró que lo ocurrido en el Bernasconi revela que "no hay una planificación ni tampoco respeto por el patrimonio".
"Además de destruir el patrimonio están poniendo a los niños en un lugar de vulneración, porque no son lugares aptos y además hay un problema de circulación: si hay algun problema y tienen que salir todos juntos, no podrán hacerlo", agregó.
En tanto, el presidente de la cooperadora de padres del colegio, Guillermo Musi, aseguró que "como las aulas ya están terminadas", ahora tendrán que ampliar el reclamo judicial para que la jueza Elena Liberatori, que ayer dictó una cautelar para detener su construcción, ahora "ordene su desmantelamiento".
Junto a los principales oradores o dispersos entre el público, pudo verse a niños en guardapolvo, algunos de los cuales portaban carteles de su creación donde, a mano y con témpera de colores, podía leerse "Yo amo al Bernasconi".
Entre los legisladores presentes, estuvieron Gabriela Alegre (FPV), José Campagnoli (Nuevo Encuentro), Virginia González Gass (Unen), Marcelo Ramal (FIT) y Claudia Neira (FPV).
"Me pareció muy importante la resistencia que demuestran los padres. Más allá de que se consigió el amparo lo que hay que lograr es que se retire las aulas de durlock y que se restaure el edificio", afirmó Gabriela Alegre, titular del bloque del FPV.
La legisladora destacó la importancia de que se constituya una comisión de seguimiento que, durante todo el año, controle que se vayan realizando las obras de infraestructura necesarias para que en el próximo ciclo lectivo no se reedite el problema que hoy enfrentan más de 12.000 chicos sin vacantes en escuelas públicas.
Fuente: Télam
