La autoridad de aplicación será el ministerio de Producción y Desarrollo de la provincia, que tendrá que implementar un programa de evaluación y fiscalización del impacto de la presente norma en la actividad productiva. En tanto, el Poder Ejecutivo Provincial(PEP) queda autorizado a realizar las modificaciones presupuestarias necesarias para atender las erogaciones estipuladas en la ley.
Rosales, en sus fundamentos, esgrime que “la producción vitícola es la base de sustento de muchas familias del departamento Tinogasta, que es reconocido por ser el puntal de esta producción, con una producción anual de 10.000.000 de kilogramos, lo que marca claramente la importancia que tiene la actividad en la economía local”.
Hizo notar que “las condiciones meteorológicas adversas que se debieron soportar en el último periodo, tales como heladas tardías, granizos y elevadas precipitaciones pluviales, han perjudicado el desarrollo de la actividad atentando contra la calidad del producto”.
“Estas imprevistas inclemencias temporales -continuó-, han dado como resultado la caída del precio de la uva y, por consiguiente, los productores se ven impedidos de realizar efectivamente el laboreo de las plantaciones para la próxima campaña, circunstancias que agravarán paulatinamente la situación económica-productiva”.
Por entonces, remarcaba que los productores se sentían “agobiados y sin esperanzas” al observar que las plantaciones se deterioraban sistemáticamente “ante la imposibilidad de mantenerlas como es debido”.
A ello sumó que “no sólo el desarrollo de la economía familiar de los productores se vio afectada” en esa circunstancia, señalando que “también se disminuye la contratación de mano de obra de podadores, atadores, cosecheros, situación que repercute negativamente en el circuito financiero regional”.
Luego de esa descripción, expuso que “ante esa realidad y en nuestra calidad de representantes del pueblo de la provincia, tenemos la obligación de instrumentar un mecanismo que signifique un incentivo para sostener la actividad vitícola por el importante impacto positivo que el sector tiene dentro del sistema económico productivo provincial”.
Consideraba, además, que “no alcanza con expresar resolutivamente el anhelo o la aspiración de que se conceda una ayuda a los productores vitícolas. Ante esas circunstancias debemos emitir una ley que disponga taxativamente el establecimiento de éste subsidio para una actividad de gran importancia para nuestra provincia”.
