El Día de Todos los Santos, cada creyente rinde culto al que corresponde a su honomástico con recogimiento, oraciones y profunda fe cristiana, en tanto que el día siguiente está dedicado a recordar a los muertos, para lo cual se efectúan diferentes ceremonias.
Este particular culto a los muertos está muy arraigado en la región de Puna y Quebrada especialmente, como así también en toda la altipampa que comparten el sur de Bolivia y el norte de Chile y Argentina, y para ello se estilan distintas formas para recordar a los que no están entre nosotros. (Télam).-