El espectacular estallido de la estrella "ro" se produce aproximadamente cada 50 años y durante el proceso pierde el equivalente a un 10 por ciento de la masa del Sol.
La estrella, ubicada en la constelación de Casiopea, no llegó a destruirse, lo que sí sucede con las supernovas. La grabación de la explosión estelar se realizó en el momento clave a finales del 2000, desde el Observatorio del Roque de los Muchachos, del Instituto de Astrofísica de Canarias, en La Palma (España). (Télam).-