La justicia decidió ordenar dichas tareas de inteligencia a los fines de determinar el local nocturno donde una mujer aborigen fue explotada sexualmente durante un año, y para así también establecer el domicilio particular del responsable de dicho comercio, ya que la damnificada luego de ser explotada sexualmente durante ese tiempo, fue llevada por el dueño a su domicilio particular, donde allí la mantuvo encerrada en su casa durante dos años, sin dejarla salir de la finca. Además, el sujeto la golpeaba, la quemaba con cigarrillos en ambos brazos y la obligaba a drogarse.
En el pasado mes de octubre, la víctima tuvo un bebe con el dueño del local, pero el sujeto, sin consentimiento de la madre de la criatura, lo entrego a su prima.
Hace unas dos semanas, la víctima logro escaparse del inmueble y el juzgado a cargo del Dr. Bosch ordenó dar con el paradero del bebe y de la persona a quien se le había entregado, como así también su domicilio particular.
Mediante tareas investigativas, se logró individualizar al local nocturno, el responsable del mismo y su domicilio particular, como así también se pudo dar con el paradero del hijo de la víctima y la mujer, a quien se había entregado el bebe, y además se pudo establecer su domicilio particular.
La presente causa judicial tiene relación con una investigación que se realizo a principios de este año donde se realizaron 10 allanamientos en la ciudad bonaerense de Tandil, en Río Gallegos -provincia de Santa Cruz-, en la localidad de Derrotaran y Villa Ascusibi -provincia de Córdoba- y localidad de Juan José Castelli –provincia del Chaco, donde los efectivos de la División Trata de
Personas de la Superintendencia de Investigaciones Federales rescataron a 20 mujeres y detuvieron a 12 personas integrantes de una red de “trata de personas” que funcionaba en la provincia de Chaco, la cual poseía conexiones en distintos puntos del país, y se dedicaba a captar a menores indígenas para luego colocarlas en diversas ciudades del interior del país.
Entre las detenidas se encontraba la líder de la organización, quien fue la persona que engañó y trajo a la víctima a la localidad de Lanús, para venderla a cambio de dinero en el local nocturno.
Colaboraron en los procedimientos realizado por la División Trata de Personas, el personal de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata de Personas, dependientes del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, a cuyo cargo quedaron las mujeres recuperadas para ser asistidas de los derechos que le asiste el Art. 6 de la Ley 26364 de Trata de Personas.
Fuente/ 26noticias.com.ar