En cambio, "a partir de 2003 se verifica un crecimiento sin precedentes en la formación de recursos humanos e infraestructura destinados a la investigación y al desarrollo tecnológico, lo que bien puede considerarse una refundación del Conicet", reivindicó.
Salvarezza contó que el análisis con cifras del período mencionado, elaborado por el propio organismo científico, "surge a partir de una polémica o interpretación de un sector de nuestra propia comunidad, de que lo atribuido a estos años refleja una especie de ´relato´ y no se basa en una realidad".
"No sólo festejamos los 55 años del Conicet sino sus 10 años de relanzamiento: cuando se revalorizó la ciencia y la tecnología no declamando sino en la práctica y en los presupuestos, se duplicó el número de investigadores llegando a 7.000, hubo un crecimiento exponencial con 9.500 becarios, y 192 centros distribuidos en todo el país", balanceó.
Salvarezza contó que "hubo dos períodos en que prácticamente se expulsó a los científicos, uno a fines de los ´80 y otro, de los 90, aunque muchos resistieron y continuaron".
"A comienzos del 2000 se intentó hacer desaparecer la Carrera del Investigador Científico y se llegó a un Conicet claramente envejecido, con pocos investigadores menores de 40 años por una política ejecutada por gobiernos anteriores, que trajo aparejado el envejecimiento de la planta".
"Llegó a hablarse de la segunda muerte de (Bernardo) Houssay", fundador del Consejo en 1958, y "es cierto que hubo funcionarios con muy buena intención que trataron de paliar la situación, pero acá se habla de políticas nacionales, que en 2003 producen un mensaje claro de una ciencia puesta al servicio del país y fomentan los recursos humanos", enfatizó.
"Admitimos otro tipo de opiniones, y justamente las cifras que damos son para ver si son ´relato´ o realidad, como insumo para debatir con rigurosidad científica lo sucedido en el organismo", propuso.
¿Qué persiste en el Conicet que lo hace atravesar épocas tan disímiles como una ´marca´ que da orgullo a los argentinos?, preguntó Télam: "Lo que nos permitió sobrevivir como institución es el personal, la vocación de los investigadores, su tradición de excelencia científica que los hace buscados por todos", respondió.
"Hace a ese espíritu el haber superado en los ´90 el desprecio a la ciencia, con salarios de 50 dólares con los que es muy difícil sobrevivir, y el mensaje de ´váyanse´", opinó.
Salvarezza contó que del informe elaborado se desprende que, sobre 3.230 instituciones de investigación, entre ellas las mejores universidades del mundo, el Conicet está en el puesto 85, mientras que Argentina logra la posición 31 entre los países de mayor producción científica.
Mientras que en 1997 ingresan al organismo 125 investigadores y se otorgan 300 becas, y en 2001 se incorporan 160 y 30 becarios, en 2004 entran 400 investigadores y se otorgan 1.300 becas.
Con un salto al 2012, se constata la incorporación ese año de 606 investigadores y el otorgamiento de 3.900 becas doctorales y postdoctorales.
"Esta decisión permitió pasar de 488 científicos menores a 40 años en 2003, a 2.156 en 2012", en tanto, de 200 doctores anuales por becas otorgadas entre 1983 y 2002, se pasó a 900 doctorados en 2012.
Unos 300 millones de pesos fueron destinados a obras de infraestructura en la última década, que junto al Plan de Obras para la Ciencia y la Tecnología del Ministerio, contemplan la construcción de más de 60 obras, con 32 ya inauguradas; otros 400 millones se comprometieron para 11 obras proyectadas, concluye el informe.
Fuente: Télam
