Un anticipo de esto ya se había producido el miércoles pasado, cuando los uniformados de Oberá se concentraron para protestar en el Cuartel de Bomberos de esa ciudad. Los acuartelados ya superan los 1.000, y esto provoca que las dependencias se mantengan con guardias mínimas, además de que muchas sucursales bancarias no pueden atender al público por falta de la correspondiente custodia.
Los trabajadores policiales exigen un sueldo mínimo de 4.500 pesos, frente a los 2.500 que perciben en la actualidad. Sin embargo, en el otro extremo de la cadena de mandos los comisarios cobran cerca de 6.600 pesos, lo que representa la mitad de lo que reciben sus colegas de provincias vecinas.
Por segundo día consecutivo estas medidas de fuerza se sintieron fuerte en Oberá, donde otra vez no hubo actividad bancaria, y tampoco hubo actividad en las entidades financieras de Eldorado. Mientras que en al menos tres bancos de primera línea de Posadas la atención al público fue con demoras.
Tanto en los casos en los que no hubo actividad como en los que se registraron demoras los gerentes alegaron cuestiones de seguridad, ya que los agentes contratados como servicio adicional no se presentaron a trabajar. Parte de esta tarea tuvo que ser llevada a cabo por comisarios inspectores y mayores, quienes se encargaron de custodiar a los camiones de caudales que reabastecieron de dinero los cajeros automáticos. infobae.com