El paludismo es una enfermedad parasitaria cuyo vector principal en Argentina es el mosquito Anopheles pseudopunctipennis presente en la región noroeste.
En nuestro país esta enfermedad se limita a 2 departamentos de la provincia de Salta: Orán y San Martín, en los cuales se concentra el 80% de los casos nacionales.
En relación con la evolución de los casos notificados de paludismo en el país, si bien en 1990 se evidenció una importante cantidad de casos (1.530), se advirtió un marcado descenso de ese indicador durante el año siguiente. Nuevamente, desde 1992 las notificaciones crecieron forma constante hasta 1996, en el cual se registró la mayor cantidad de casos (2.076) de los últimos años. Posteriormente, se ha documentado un marcado descenso en los casos notificados, dato fundamentado en la evolución durante los últimos años del principal indicador internacional, el Índice Parasitario Anual (IPA).
LA ENFERMEDAD
Afecta principalmente los glóbulos rojos, originando cuadros en los cuales el síntoma característico es la fiebre. Suele comenzar con un cuadro febril que se agudiza cuando el parásito comienza a actuar sobre los glóbulos rojos. Su gravedad es variable ya que en algunos casos se presenta leve, mientras que en otros casos reviste mayor gravedad, provocando fallas orgánicas múltiples.
Puede afectar a todas las personas aunque los niños y las mujeres embarazadas pueden sufrir mayores complicaciones. Durante el embarazo, puede provocar anemia y causar abortos espontáneos, partos prematuros. Además, los hijos nacidos de mujeres que han contraído paludismo durante la gestación suelen ser de menor tamaño y por tanto, más vulnerables a las infecciones.
Por eso, en zonas donde existen casos de esta enfermedad, ante la aparición de fiebre - en especial en niños y mujeres embarazadas- se debe recurrir de inmediato a un centro de salud para recibir el tratamiento adecuado.
LA SITUACION EN LAS AMERICAS
A pesar de que los países latinoamericanos han avanzado en la lucha contra el paludismo, la enfermedad continúa siendo uno de los principales problemas de salud pública de la región. Por ello, no sólo constituye una enfermedad objeto de vigilancia por parte de la OMS, sino que también su interrupción forma parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos por las Naciones Unidas.
En la mayoría de los países latinoamericanos el paludismo está originado en una compleja trama de factores entre los que se destacan la situación de vulnerabilidad social de las comunidades afectadas así como también las migraciones internas y entre países, que contribuyen a diseminar la enfermedad.
En el año 2008, se reportaron en las Américas 568.569 casos de esta problemática que incapacita y compromete la calidad de vida de una porción importante de la población del continente y cuya situación se considera de transmisión endémica en 21 países. No obstante, la tendencia de la enfermedad en los últimos años permite considerar que países como Argentina tienen un gran potencial para avanzar hacia la eliminación de la enfermedad en los próximos años.
La OMS define la “eliminación del paludismo” a la interrupción de la transmisión vectorial local en un área geográfica definida; es decir, la incidencia cero de casos infectados localmente.
Cabe aclarar, que eliminar esta enfermedad no requiere la eliminación de los vectores de la enfermedad o una ausencia total de casos en el país, ya que debido a movimientos migratorios podrán detectarse casos importados. De todos modos, como estos casos ocasionalmente pueden generar la ocurrencia de una primera generación de casos locales, deben ser detectados y tratados precozmente.
A través de esta conmemoración, el Ministerio de Salud expresa el compromiso de eliminar esta enfermedad de nuestro territorio. El programa Nacional de Paludismo, dependiente de la cartera nacional viene implementando desde hace décadas una diversidad de medidas epidemiológicas, entomológicas, clínicas y terapéuticas en el marco de una estrategia integrada llevada a cabo conjuntamente con las provincias afectadas para consolidar una respuesta sustentable a esta problemática.
RECOMENDACIONES
Como el mosquito que transmite esta enfermedad se reproduce en todos los lugares donde puede estancarse agua (pantanos, estanques, fosas, acequias, tubos de desagüe) en zonas afectadas la principal medida de prevención es eliminar sus criaderos tapando con tierra o drenando los lugares donde el agua se acumula, cubriendo con una tapa los depósitos y tanques de agua y limpiando de arbustos los alrededores de las viviendas.
La prevención también es posible evitando la picadura del mosquito que transmite esta enfermedad. Por eso se recomienda:
• Evitar en la medida de lo posible, exponerse al aire libre durante el amanecer y atardecer (las horas de mayor actividad del mosquito).
• Usar mangas largas y pantalones largos al permanecer al aire libre.
• Utilizar mosquiteros, espirales o tabletas repelentes.
• Aplicar repelente sobre la piel y sobre las prendas de telas finas.
• Proteger las cunas o cochecitos de bebés con mosquiteros tipo tul al permanecer al aire libre y cuidar que permitan una correcta ventilación.
• Ante la aparición de fiebre, no automedicarse y consultar al centro de salud más cercano.
