Un posterior relevamiento de la Casa de Derechos Humanos de la ciudad reveló que la cifra de personas fallecidas ascendió a 158 al contabilizar las muertes por causas atribuibles a la crecida, denominados "secuelados".
Los barrios más afectados fueron los del oeste y del norte de la ciudad, debido a su ubicación geográfica respecto del río Salado, pero el agua también llegó al centro y a cercanías de la Casa de Gobierno.
En barrios como Santa Rosa de Lima, Chalet, El Arenal y Roma el agua tapó las viviendas y permaneció durante varios días, lo que provocó que unas 130 mil personas, de los barrios más humildes, perdieran todas sus pertenencias.
Ante la gravedad de la situación y la contundencia de las imágenes se desató una oleada de solidaridad desde todos los rincones del país y del exterior, que contribuyó a morigerar los graves efectos del desastre en los sectores más vulnerables.
Los centros de evacuados montados en escuelas y estaciones de trenes, el voluntariado, los operativos sanitarios y de seguridad, en los que intervino el Estado nacional, fueron algunas de las instancias que paliaron situaciones de extrema vulnerabilidad social agravadas por la tragedia.
La desgracia de los vecinos motivó el surgimiento de agrupaciones que encabezaron la lucha por los derechos de los inundados y su reclamo de justicia, como la Marcha de las Antorchas y la Carpa Negra de la Dignidad.
También se inició una causa judicial que tiene tres ex funcionarios procesados por el presunto delito de "estrago culposo" agravado por las muertes que son el ex intendente Marcelo Alvarez, el ex ministro provincial de Obras Públicas, Edgardo Berli; y el ex director de Hidráulica, Ricardo Fratti.
María Claudia Albornoz (Carpa Negra) y Graciela García (Marcha de las Antorchas) no están conformes con esos procesamientos porque coincidieron con el actor civil de la causa, Jorge Castro, acerca de que el senador Carlos Reutemann "es el principal culpable".
Mencionaron testimonios de la causa judicial que indican que Fratti advirtió sobre los alcances que iba a adquirir la crecida.
El periódico santafesino Pausa, que accedió al expediente, indicó que Fratti informó el 29 de abril a las 11.30, en una reunión con Reutemann, el intendente Alvarez y otros funcionarios, "de acuerdo a lo estimado hasta ese momento, dónde se iba a inundar la ciudad, indicándose con una línea roja la cota 16-80" en un plano.
El entonces gobernador de la provincia no estuvo imputado en la causa y la Justicia le requirió una declaración testimonial, que entregó por escrito, en la que reiteró que nadie le avisó de la posibilidad que la ciudad se inundase.
En cuanto a las obras de infraestructura necesarias para que el desastre no vuelva a repetirse, Albornoz dijo en una entrevista con Télam que "algunas se hicieron, como el cerramiento del anillo defensivo a la altura del hipódromo, pero otras faltan y no se han hecho pese a que fueron licitadas".
Puntualmente, se refiere a una alcantarilla de la avenida Circunvalación Oeste que cada vez que llueve con cierta intensidad debe desagotar el agua de cinco barrios a través de sólo 1,2 metros de luz, con lo cual el oeste sigue inundándose.
Fuente: Télam
