Muchos pacientes fueron atendidos en los pasillos, donde se improvisaron camillas para mantener fuera del agua a los pacientes; mientras que los médicos se tuvieron que arremangar los pantalones para poder trabajar en la asistencia de personas.
Casi 60 milímetros de agua inundó el nosocomio, destrozando entre otras cosas, dos tomógrafos de los cuales uno de ellos estaba pronto a inaugurarse.
INCREIBLE
Por: Lorena el 30-12-2009 a las 22:13