En tanto, ante los diferentes interrogantes de los miembros del Colegio de Arquitectos, de la carrera de Ingeniería Agrónoma de la Universidad y de los ediles, los funcionarios manifestaron que la obra no hará un cambio sustancial en la estructura de la plaza, sino que apunta sólo a la puesta en valor y recuperación del predio, mediante diferentes acciones de un espacio verde descuidado y que no ha tenido un mantenimiento adecuado en más de 50 años.
El secretario de Obras Públicas de la Comuna, Eduardo Niederlei, destacó: “no haremos modificaciones sustanciales, vamos a mantener el diseño original del paisajista Thays, básicamente se cambiarán los solados, se recuperarán las fuentes, se ganará un 30 por ciento más de espacio verde que se mantendrá con un sistema integral de riego para garantizar que las especies se abastezcan de agua, se reparará el sistema eléctrico y por último, se mantendrán los distintos niveles de la plaza pero ahora se brindará la posibilidad a las personas con dificultades motoras de recorrerlos en su totalidad mediante un sistema de rampas y pasarelas, es decir, será una plaza inclusiva en especial para nuestros abuelos y que también puedan disfrutar nuestros hijos”.
Sobre los árboles removidos, el director de Espacios Verdes del Municipio, Francisco Dalla Lasta apuntó: “Se removieron 15 especies en su mayoría enfermas y se implantarán más de 80, es decir, no hubo ningún riesgo para el medioambiente en esta intervención.
Al finalizar la exposición, tanto los ediles como los miembros colegiados se mostraron satisfechos por las respuestas de los funcionarios, atento a que se respetará la identidad de un lugar histórico para los catamarqueños.