En tanto, el Ministerio de Salud informó que realizará un relevamiento de los habitantes evacuados.
"Desde Salud seguimos trabajando con distintos organismos para contener y dar respuesta a la población afectada, y sabemos que con el trabajo coordinado todos conseguimos el mejor resultado", dijo el ministro de Salud, Rubén Butigué.
En un informe elaborado por esa cartera se explica que hay diferencias con lo ocurrido en la erupción de 2011 con el complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle; plantea que hay una población más sensibilizada y preparada para eventuales contingencias gracias a lo que se trabajó con los diferentes Comités Operativos de Emergencia locales desde hace tiempo.
Asimismo, se resolvió un relevamiento de los pobladores con patologías crónicas que pudieran reagudizarse y de embarazadas a término, para ser redireccionadas si fuese necesario a otros sitios.
Plantean que ante esta situación pueden aumentar los eventos cardiovasculares como infartos y accidentes cerebro vasculares (ACV), además de ansiedad generalizada relacionados con el estrés.
Como parte de las recomendaciones generales a la población en caso de existencia de ceniza suspendida en el aire recordaron el uso de pañuelos o paños, eventual barbijo común, protección ocular sólo ante exposición.
Se evaluó el posible cambio de complejidad hospitalaria transitorio ante posibles situaciones de aislamiento y la habilitación de nuevas guardias pasivas y/o activas, así como la reposición del stock de insumos del hospital provisto desde Depósito Central y de otros hospitales.
Las autoridades sanitarias mantienen comunicación constante con la Dirección Nacional de Emergencias Sanitarias (Dinesa) y por su intermedio con el Misterio de Salud de la Nación, quienes brindan asesoramiento y apoyo constante.
Fuente: Télam
