La música catamarqueña tuvo su lugar en la noche, a través de su principal emblema como es Cololo Macedo, quien a través de un recital más intimo que peñero, desplegó su exquisita voz con el acompañamiento del ballet Atahualpa Yupanqui, a cargo del profesor Cesar Reynoso y la colaboración de Manolo Rodríguez. De esta manera, los presentes le confiaron una vez más el cariño al joven artista, que interpretó temas como Algarroba, Algarroba; Chaya Catamarqueña; Zamba del Bañado, y Camino. Para cerrar su participación en el escenario apeló a Gato de la Fiesta, la Alejada, Personajes de Mi Pago; y Tu Mundo, Tu atio y Tu Cielo. Ovación y despedida.
Los Cantores del Alba, con Carlos Brizuela a la cabeza, subió un año mas al escenario con su clásico repertorio con Carpas de Salta, Al Jardín de la República, Chacarera del Rancho, además del acompañamiento de los mariachi. Por su parte, Diego Marioni, puso en escena su espectáculo Oración, Historias de Coyoyos y otras Voces, basado en temas de su autoría y otros pertenecientes a grandes del folclore local como Margarita Palacios o Selva Gijena tales como Tum Tum y Ándate Con quien Quieras. También contó con el acompañamiento de su esposa, la joven artista cordobesa Romina López, quien interpretó Oración y Tejedora Belenista.
También actuaron Rodrigo Varela, Dardo Chanampa, y el humorista Carlos Tapia, además de la puesta en escena de la obra Kusilla dentro del marco de la actuación del conjunto andalgalence Chelemín liderado por León Cecenarro, y que contó con la participación de Mariana Baraj e Itatí Álvarez. El Ballet El Gaucho, dirigido por el profesor Argañaraz.
Un párrafo aparte se dedica a la notable puesta en escena que realizó la Delegación de La Rioja, quien apeló a su carnaval chayero con artistas de primer nivel como Emiliano Zerbini, Paola Díaz, Los Legales, Los Cardenales, Flor Castro y Justina Scaltriti, bajo la coordinación de Pica Juárez.
Minutos pasadas las 4 de la mañana, se cristalizó la actuación de Soledad, quien inició su show con Que Bonita La vida y una chamarrita grabada en su CD Diez Años de Soledad. No tardó en ganarse al público catamarqueño, más aún cuando la acompañó su hermana Natalia y un joven catamarqueño. El cierre fue a puro folclore con sus clásicas interpretaciones.