La expectativa de los que están convocando es mucha.
Espero que la Plaza de Mayo explote de todos los argentinos que vayamos a demostrar lo que realmente nos está pasando. Que es ese miedo y el miedo a que cuando cada uno despide a alguien en la casa que se va a trabajar, a estudiar y no sabés si los vas a volver a ver vivo como me pasó a mi con mi hermano. Va más allá de que si sos víctima o no.
Tu mamá comentaba que Diego estaba preocupado por la inseguridad, les daba recomendaciones.
Siempre. En general, nosotros en la familia estábamos todos como perseguidos. Primero salí vos, vos mirá para la derecha, vos para la izquierda. Nos acostumbramos a vivir así. Tengo dos hijas y para mi es normal vivir así. Y esto no puede ser porque así y todo a mi hermano lo mataron. Lo fusilaron sin permiso.
Lo asesinaron a sangre fría y no se llevaron sus pertenencias.
No se entiende. Yo sé que mi hermano no se resistió, yo lo sé. Como ya viven jugados, no son gente. No les importa nada. Ni les importa de su vida. ¿Qué podemos esperar? Ese que mató tiene que morir. Hasta que todos no expresemos lo que realmente nuestro corazón siente y nos dejemos de mentirnos a nosotros mismos. Tiene que haber pena de muerte y eso tampoco me alcanza. ¿Qué es un castigo? ¿Qué es la palabra “castigo”?
¿Cárcel de por vida?
La verdad es que hoy nada me conformaría. El que mata tiene que morir. Es así... El que es asesino no se regenera, ya lo lleva adentro. A mi hermano lo mató un asesino.
¿Antes de lo que sucedió con Diego ustedes hablaban de esta necesidad de salir a la calle y reclamar Justicia?
Siempre se habló del tema. Lo que sucede es que siempre tiene que pasar algo para el puntapié inicial. Es así, lo entendés cuando te pasa. No sé de qué manera explicarle a la gente que mañana esto le puede estar pasando. Yo estuve en lugar de esa gente que escuchó las marchas, que no fue y les pido perdón.
Fuente: 26 Noticias
