“Son en realidad 50 años con la danza, aunque 40 como docente”, explicó Silvia, quien se define como “una minuciosa de la técnica”, y cuenta orgullosa como sus alumnas estaban a la altura de acompañar a bailarines de altísimo nivel cuando estos visitaban Catamarca, como el caso de Marimí Basso, quien fuera partenaire de Julio Bocca en las presentaciones que éste realizara en la provincia.
“Todo mi vida estuvo volcada a la danza, enseñar es una verdadera vocación para mí, y siento que he tenido alumnas que me han hecho lucir verdaderamente, eso es un gran orgullo”.
Al término de la charla, la profesora Claudia Ferreyra, a cargo de la Secretaría de Estado de Cultura, hizo entrega de un presente a la docente, a modo de gesto y reconocimiento por su trayectoria y vigencia.