Esta situación se mantendrá así al menos hasta el lunes próximo, cuando los delegados de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), la empresa Metrovías y el gobierno porteño vuelvan a reunirse, tras pasar ayer a un cuarto intermedio en la sexta audiencia desde que se inició el conflicto gremial.
La novedad en la víspera fue el sorpresivo anuncio que realizaron las autoridades, cuando informaron de un entendimiento con la Unión Tranviarios Automotor (UTA) para garantizar que los trenes de la línea B lleguen a las estaciones Echeverría y Rosas.
Ese acuerdo, que fue rechazado por los metrodelegados, consistía en "implementar un esquema operativo de emergencia durante 15 días" para que los pasajeros pudieran utilizar las nuevas instalaciones inauguradas el pasado 26 de julio.
Si bien la Ciudad considera que el centro del reclamo de los trabajadores es la cantidad de "vueltas" que deben dar con la incorporación de las dos nuevas estaciones y si se afecta o no el período de descanso de los conductores, los delegados insisten que el conflicto se debe a la falta de medidas de seguridad.
Fuente: Télam